jueves, 26 de mayo de 2011

Rally Gumball 3000: ¿o los ricachones son dioses y los mortales somos sólo nosotros?

Estos días se inicia la famosa carrera Gumball 3000, en la que ricachones pisan la zapatilla a fondo por esas carreteras de Europa, dándose (¿por saco?) la salida en Londres, para acabar (¿con las vidas de quienes pillen por en medio?) en Estambul, vaya ful...

Teóricamente este rally, en el que huelga decir que sus acaudalados participantes sueltan una pasta gansa por participar, no es una competición, y en esa línea de "lo importante es participar" la "organización" del rally "informa" a los participantes sobre las limitaciones de velocidad de cada país que cruza... Pero otra cosa es que estos tíos hagan caso de las advertencias y señales: y hombre, a ver, qué quieres que te diga: por un lado, en autopista, y como ya he comentado en otras ocasiones fuera de este blog, no me parece mal pasarse los límites de velocidad establecidos -pregúntales a los alemanes...-, porque se supone que son vías pensadas para eso, para la velocidad, siempre y cuando la autopista esté bien mantenida y las condiciones del tráfico y el clima acompañen, claro; pero la velocidad, per se, no es negativa -si no, por esa regla de tres, viajar en AVE o en avión sería como hablar de suicidio...

Pero completamente diferente es correr en una carretera convencional, en la que para empezar las curvas no invitan a ello -no sabes lo que te depara la próxima...-, y más cuando las condiciones son adversas: así, en 2007, un accidente en Macedonia de un Porsche 911 que, según su conductor participante en el rally, tras evitar, al parecer a gran velocidad, a otro coche que estaba siendo sancionado por la policía en el arcén, chocó contra un VW Golf, acabando con la vida de los ocupantes de éste último, una pareja de ancianos de unos 70 años.

Así que en este rally participan unos cochazos de la leche, sí, pero con conductores de mierda al menos aquellos que se conducen de esa forma por la vida -tendrán mucha pasta, pero son unos miserables...

A mí personalmente esta carrera siempre me ha parecido un restregarnos por la cara a los pobretones que hay gente que está por encima de nosotros, y que se pasa por el forro de sus caprichos nuestras limitaciones -de velocidad en este caso, pero tómate la velocidad como una metáfora...

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